Como lo hacen cada año, los hinchas de Boca en Mar del Plata llevaron a cabo una doble jornada solidaria: asistieron al Hospital Materno Infantil disfrazados, regalaron juguetes y agazajaron a chicos de un comedor en su sede.
Suele decirse que el fútbol une. Y es verdad. Pertenecer a la peña de un equipo no sólo representa el hecho de compartir los mismos intereses y gustos deportivos. También tiene que ver con la generación de vínculos de cariño y amistad que habitualmente perduran y van más allá de un partido, de un campeonato o de innumerables campañas del club en cuestión. Y hasta quizá son más gratificantes.
El ejemplo irrefutable está en Mar del Plata, con la Peña “Roberto Mouzo”, y sus miembros lo ratificaron el último fin de semana, como lo hacen todos los años. Una vez más, el fin del encuentro fue altruista y con la mejor de las intenciones: llevaron a cabo una doble jornada solidaria en la que los beneficiados volvieron a ser los chicos, en la previa del Día del Niño.
En la mañana del sábado, una decena de hinchas de Boca de la ciudad organizaron una visita al Hospital Materno Infantil, donde repartieron más de 250 juguetes a los pacientes. Pero no llegaron, dejaron las bolsas y se fueron, sino que se encargaron de ingresar, disfrazados de superhéroes y coloridos personajes, a cada una de las habitaciones en las que tenían permitido hacerlo para alegrar el día de quienes no están pasando un buen momento.
Lejos de finalizar su acción solidaria después de eso, por la tarde se nuclearon en la sede de la peña, ubicada en Libertad 6278, y recibieron a 40 niños que forman parte del comedor “Rinconcito de Luz”, el cual la institución apadrina desde hace varios años.
Las Comisión Directiva de “La Mouzo” gestionó los traslados en colectivo de los menores desde el comedor hasta la sede mencionada y consiguió hacerse de un enorme inflable para que los presentes jugaran varias horas. Además, sus miembros -todavía disfrazados- prepararon una merienda especial: chocolatada, facturas y alfajores para todos.
Cuando anochecía, a los chicos les esperaba otra sorpresa: pizzas, bebidas, y un juguete nuevo junto a una bolsa de golosinas para cada uno. A excepción de los regalos, que fueron especialmente comprados para la ocasión, el resto de la organización fue posible gracias al aporte de otros integrantes de la peña, amigos o simplemente conocidos que se acercaron a colaborar con el fin de que los niños vivieran una jornada inolvidable.
“Para nosotros fue un día único, como cada vez que podemos dar una mano para que un pibe que tal vez no la está pasando del todo bien sonría y disfrute un poco. Somos hinchas de Boca pero no sólo estamos en una peña por eso. Hacemos un montón de cosas porque nos gusta, pero muchas otras para intentar mejorar un poco la sociedad en la que vivimos. Hoy fuimos muy felices”, contó Fernando Castro, el presidente de “La Mouzo”, a LA CAPITAL luego de finalizada la jornada.
Por eso es que dicen que el fútbol une. Y vaya que no se equivocan quienes repiten esa frase.